BIOGRAFÍA HISTÓRICA DE IVAN
ILLICH
Las ideas revolucionarias de Iván Illich, expresadas en su
obra “La futilidad de la escuela en América Latina”, publicada en los años 60 y
en “La sociedad desescolarizada” (1971), descolocaron a la gran mayoría de
pedagogos de la época, que abogaban por una escolarización masiva de los países
subdesarrollados en pos de un avance más positivo de su economía. La idea de
Ilich radicaba en que “la
institucionalización de la educación marca una tendencia hacia la institucionalización
de la sociedad, y por el contrario las ideas de des-institucionalización de la
educación podrían ser un punto de partida hacia la des-institucionalización de
la sociedad”. Esto viene a decir que si los países desarrollados tratan de
controlar la educación de los no desarrollados con sus fórmulas y estrategias,
no permitirán que los países subdesarrollados alcancen su independencia
económica y social, y les harán perder su identidad y su libertad.
Para que estas ideas se fraguasen en la mente de este
especial pedagogo hicieron falta una serie de influencias que comenzaron en su
infancia. Nació en una familia de orígenes judíos, católicos y dálmatas, mezcla
que le hizo ver desde un principio diferentes maneras de aceptar una realidad.
Debido a la dispersión geográfica de los miembros de su familia tuvo la
oportunidad de viajar por Dalmacia, Viena y Francia. Sufrió la discriminación
del gobierno nazi por su condición de medio judío y tuvo que huir de Austria de
forma clandestina. Esta experiencia le acercaría de algún modo a las minorías
discriminadas en cualquier parte del mundo. A los 15 años viajó a Italia donde
empezó sus estudios que continuó en las universidades de Florencia y Roma.
Estudió filosofía y teología finalizando cum laudem en ambas disciplinas.
Estudió también historia en la universidad de Salzburgo. Más tarde, en los años
cincuenta, es ordenado sacerdote católico, y rechaza una oferta de trabajar
para el Vaticano por hacerse cargo de un centro de integración para inmigrantes
portorriqueños en Manhattan. Con este gesto Illich se aparta de las estructuras
de la élite religiosa, mostrando ya una clara inclinación a la “no
institucionalización”. En 1956 trabaja como Vicerrector en la Universidad
Católica de Santa María de Ponce, pero lo abandona por diferencias con la
agresividad del obispo de Ponce contra la política de control de natalidad, y
vuelve a Nueva York para formar un Centro de Formación Intercultural. En 1961 se traslada a México y funda el Centro
Intercultural de Documentación. En él se forjan ideas relacionadas con el mal
funcionamiento de la iglesia y sus instituciones, y es visitado por importantes
intelectuales de la época que terminarán de cincelar las críticas a la educación escolar, la medicina profesional y de patente,
el trabajo ajeno y no creador, y el consumo voraz de energía necesaria para el
desarrollo económico como una negación de la equidad y justicia social, entre
otros muchos temas.
Iván Illich muere en Bremen en el año 2002, a causa de unos
tumores en la cara. A pesar de que el diagnóstico inicial era de una muy corta
esperanza de vida, Illich alargó su existencia 20 años más a base de
meditación, yoga y opio para mitigar el dolor, rechazando la “medicina
institucionalizada” y manteniéndose
firme a sus ideales.
“LA SOCIEDAD
DESESCOLARIZADA”.
Respecto al capítulo primero estamos de acuerdo en que la
sociedad defiende qué es lo correcto y qué no, pero también se defiende que la
sociedad corrompe a los jóvenes y que deberían ser los adultos quienes
realmente deberían ser desescolarizados.
En el capítulo dos estamos de acuerdo con lo que se afirma
de que para obtener una buena educación hemos de tener un buen maestro, pero
hay cosas en las que discrepamos y es que en la afirmación de que muchas de las
cosas que aprendemos se aprenden fuera de la escuela, yo no pienso así, hay
habilidades que sí, pero conceptos o capacidades como sumar restar o leer, las
aprendemos solo en la escuela. Apartar a los niños de la realidad cotidiana
creo que es verdad, pero los niños dada su madurez mental aun no pueden pasar a
formar parte del trabajo, ya que ni siquiera saben que es trabajar realmente,
sino que han de permanecer dentro de la escuela para que en el futuro puedan
formar parte de la vida laboral.
Capítulo tercero: Actualmente se afirma lo contrario, el
estudio, no es la clave para obtener éxito en la vida se precisa de eso y algo
más, no obstante esta base es importantísima para poder desarrollar todo este
trabajo.
Capítulo cuarto: Creemos que no necesariamente todo esto tiene
que darse en las instituciones, sino en más
sitios, porque yo no creo que un cambio de ideología se de en los colegios e
institutos, no obstante para que sea cambiado radicalmente sí que hay que partir
de algo básico para que el cambio tenga sus efectos. Pero dentro de esta
afirmación hay una cosa que es verdad, que en los colegios (es más común en los
institutos por la madurez de los alumnos) un cambio de ideología y
funcionamiento dentro hace que los alumnos salgan con otra mentalidad.
Capítulo quinto: La educación, no solo se ciñe a la visión
del maestro sino que también se tienen en cuenta la visión de otros ángulos
como el profesorado o los padres aunque no creo que siempre tenga que ser
opuesta sencillamente, puede ser de otra manera, estar enfocada desde otro
ángulo.
Capítulo sexto: el aprendizaje puede venir de personas y
maquinas, pero creemos que no es bueno ceñirse solo a estas, existen
habilidades que uno mismo puede llegar a desarrollar.
Capítulo séptimo: La reelección de Illich sobre el hombre
clásico que solo busca vivir para moldear el ambiente a semejanza suya es
verdad, todos los hombres buscan crear una ambiente a su semejanza pero no
puede ser así siempre, porque la sociedad actual se rige por la democracia, no
por la situación o pensamiento personal.
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